El Boss PX-1 Plugout FX redefine lo que significa tener una colección completa de pedales en un formato compacto. Con una plataforma flexible, actualizable y diseñada con precisión, este dispositivo concentra décadas de innovación sonora y pone en manos de cualquier guitarrista —profesional o aficionado— el acceso inmediato al ADN de los efectos más icónicos de Boss. Es más que un simple pedal: es un laboratorio creativo listo para el escenario, el estudio o la práctica diaria.

Una Plataforma que Une Tradición e Innovación: El PX-1 no es únicamente un pedal multifunción; es el punto de encuentro entre la historia de los pedales compactos y las posibilidades de la tecnología digital moderna. Desde su lanzamiento en 1977, los pedales Boss han marcado el sonido de innumerables discos, directos y estilos musicales. Con más de 19 millones de unidades vendidas y más de 140 modelos diferentes en el mercado, la marca se ha convertido en un estándar para músicos de todo el mundo. Ahora, con el PX-1, esa herencia se convierte en un sistema modular y expandible. Lo que antes requería un pedalboard entero, hoy puede condensarse en un único dispositivo, sin sacrificar ni el carácter sonoro ni la facilidad de uso que siempre ha distinguido a Boss.

Recreación Fiel del Carácter Original: Cada efecto incluido en el PX-1 ha sido modelado con algoritmos propios desarrollados por Boss, garantizando una respuesta que emula al detalle el comportamiento de los pedales originales. Su potente motor DSP dedica toda su capacidad a recrear un único efecto activo en cada momento, lo que se traduce en un sonido con dinámica natural y una respuesta táctil idéntica a la de las unidades analógicas. La interfaz mantiene la disposición clásica de diales que los usuarios de Boss conocen bien. Ajustar parámetros resulta inmediato, sin curvas de aprendizaje complejas. Además, la pequeña pantalla integrada ofrece una visualización clara de los valores actuales, algo que resulta especialmente útil para recordar configuraciones en directo o en sesiones de grabación.

Conectividad Pensada para el Músico Moderno: Uno de los grandes aciertos del PX-1 es su capacidad de adaptarse a diferentes configuraciones. Su sistema estéreo de entrada y salida garantiza compatibilidad con cadenas de señal modernas y amplificadores estéreo, mientras que el control externo mediante pedales adicionales permite ampliar su expresividad sin necesidad de menús complicados. La función Swap resulta especialmente práctica: con un solo toque es posible alternar entre dos efectos predefinidos, ideal para transiciones rápidas en un concierto. Además, la compatibilidad con sincronización MIDI y marcación de tempo convierte al PX-1 en una herramienta perfecta para quienes integran loops, baterías electrónicas o pistas pregrabadas en su flujo de trabajo.

Una Biblioteca que Crece Contigo: Desde el primer encendido, el PX-1 ofrece acceso inmediato a una selección de ocho efectos legendarios que marcaron el inicio de la era Boss. Entre ellos se incluyen:

OD-1 OverDrive, el pedal que definió el overdrive cálido y natural.

SP-1 Spectrum, un efecto peculiar que es un secreto bien guardado entre coleccionistas.

PH-1 Phaser y SG-1 Slow Gear, con modulaciones y deslizamientos únicos.

CS-1 Compression Sustainer, esencial para controlar dinámicas sin perder carácter.

TW-1 T Wah, con sus expresiones de filtro dinámico.

SD-1 Super OverDrive y DS-1 Distortion, dos de los sonidos más reconocibles del rock y el metal.

A esta base se suman otros ocho efectos descargables sin coste adicional al registrar el pedal en la Roland Account y emplear la aplicación Boss Effect Loader. Entre ellos destacan el CE-2 Chorus, el BF-2 Flanger, el PN-2 Tremolo Pan, el OC-2 Octaver y el DD-2 Digital Delay, todos modelos que han definido décadas de grabaciones y directos.

Un Ecosistema en Constante Evolución: El verdadero valor del PX-1 está en su capacidad de crecer con el tiempo. Mediante el Model Pass, Boss ofrece acceso a nuevos efectos que se pueden cargar en el pedal mediante Bluetooth o USB-C. Este sistema asegura que el PX-1 no quede obsoleto: a medida que se lancen nuevos modelos o recreaciones de pedales históricos, el dispositivo podrá integrarlos sin necesidad de sustituir hardware. Esta estrategia convierte al PX-1 en una inversión a largo plazo. No es un pedal con un catálogo fijo; es una plataforma abierta que evoluciona con las necesidades del músico y con las innovaciones de Boss.