La Verdadera Historia de la Gibson ES-345 Perdida en 1985
Dossier Histórico
En los sótanos de la factoría de Gibson en Nashville, entre planos perdidos de Les Pauls y SG's dibujados a mano, junto a prototipos de modelos que jamás vieron la luz, se custodia el expediente de un instrumento único: una guitarra que no solo hizo historia, sino que la recorrió.
Durante décadas, circularon rumores dispersos sobre una Gibson ES-345 “perdida”, desaparecida en circunstancias nunca aclaradas. La reciente desclasificación de un dossier interno de Gibson —acompañado de testimonios cruzados y referencias inconexas— ha permitido reconstruir un relato sorprendente que conecta distintos momentos de la historia: desde la California de 1955 hasta un 2015 alternativo y distópico, pasando por la frontera del Viejo Oeste en 1885.
Precisamente este dossier, mantenido en secreto hasta la fecha, fue el que Gibson puso a disposición de Tube Sound —como centro autorizado desde 2010— para realizar una investigación en profundidad. Con la ayuda de profesionales del sector como los periodistas de Cuarto Milenio, hemos podido cruzar estos datos con evidencias fragmentarias, dando forma a una cronología detallada repleta de enigmas aún sin resolver. El resultado no es un simple relato anecdótico, sino un compendio que muestra cómo un instrumento se convirtió, de manera inesperada, en un eje cultural entre la música y la imaginación colectiva.
Con estas premisas, el documento que sigue invita al lector a un viaje en el tiempo: un recorrido por la cronología de una guitarra que podría perfectamente ser el epicentro de uno de los relatos más fascinantes y secretos jamás vinculados a Gibson.
1955 – El origen real de esta Historia
El punto de partida de la ES-345 se sitúa en el baile Enchantment Under the Sea, celebrado en la Hill Valley High School durante la primavera de 1955. Según los registros del expediente de Gibson y fotografías inéditas conservadas, una guitarra ES-345 con Bigsby y Varitone y propiedad de Marvin Berry, fue utilizada en aquella noche decisiva por un joven de nombre Marty McFly.
Marty, acabó tocando una versión de rock and roll con un final totalmente alocado, frente a un auditorio totalmente anonadado y que increíblemente incluía a sus progenitores con treinta años menos. La actuación no solo habría quedado registrada, sino que, según fuentes internas de Gibson, la guitarra habría experimentado un uso excepcional en términos de técnica y dinámica, como si el mismísimo Van Halen la hubiese tocado en 1955.
Tras la interpretación, y antes de que la guitarra regresara a la banda de Marvin Berry and The Starlighters, surgió un hecho crucial que marcaría su destino: Marty, en un gesto aparentemente casual, colocó la guitarra en el asiento del copiloto del Delorean, vehículo que utilizó para el transporte temporal. Este simple acto, documentado por testigos de la época, inicia lo que puede considerarse el primer capítulo de un periplo que la llevaría a recorrer distintos momentos de la historia.
Otro detalle a destacar es que, Marty habría dejado a Marvin Berry un papel a su nombre con las pautas básicas de la canción interpretada —tempo y letra incluidos—. Ese apunte, transmitido después a su primo Chuck Berry, sería el germen de uno de los mayores hits de la historia del rock and roll, Johnny B. Goode, lanzada en 1958.
Finalmente, la guitarra desaparece del registro público de forma inmediata, dejando un vacío temporal que daría lugar a los eventos posteriores en 1985 y más allá. Este vacío constituye la primera de las paradojas que caracterizan la historia de este instrumento, y que serán analizadas en las siguientes líneas de este dossier.
1985 – El retorno truncado
Tras su desaparición, la Gibson ES-345 reaparece varias décadas después, en el contexto de 1985, año en el que Hill Valley experimenta una serie de alteraciones temporales documentadas en el archivo de Gibson. Según los registros de Tube Sound, la guitarra estuvo bajo la custodia del propio Marty McFly durante breves momentos en los que la utilizó para ensayar con su banda.
Los informes internos indican que Doc Brown, consciente del valor histórico y de la naturaleza extraordinaria del instrumento, instruyó a Marty para que no lo mostrara públicamente. Según los documentos, Doc describió la guitarra como un “objeto de alta sensibilidad temporal” cuya exposición prolongada podría afectar al flujo de los acontecimientos históricos, una advertencia que refuerza la idea de que la guitarra no era solo un instrumento, sino también un testigo del tiempo.
Durante este periodo, la guitarra se mantuvo en condiciones cuidadosamente controladas dentro del Delorean, resguardada de cualquier daño físico o ambiental. Se menciona, por ejemplo, que el asiento del copiloto fue adaptado en su parte trasera para ocultar el instrumento y que la temperatura y humedad interna del vehículo se regulaba para preservar el acabado en nitrocelulosa.
También se tiene constancia de varios objetos asociados a Marty y a su banda. Según inventarios de Gibson, Marty transportaba con la guitarra varios accesorios: pedales de efectos de la época de 1985 —entre ellos un Ibanez TS808 Tube Screamer— y pequeños prototipos de amplificadores experimentales desarrollados por Doc Brown. Estos elementos fueron catalogados por los técnicos de Gibson como piezas únicas que documentan la evolución de la música eléctrica en paralelo con los acontecimientos temporales que afectaban a Hill Valley.
Sin embargo, los archivos contradicen la creencia de que el instrumento permaneció en perfectas condiciones. Los análisis técnicos realizados tras su recuperación en 2025 por Tom Murphy, identificaron un daño específico y revelador: un craquelado característico en el acabado de nitrocelulosa. Los expertos de Gibson atribuyen este desgaste a la exposición directa a las severas fluctuaciones de energía espacio-temporal, particularmente durante el viaje de regreso a 1985 utilizando el rayo del reloj del juzgado. Este evento, de una intensidad superior incluso a la del condensador de fluzo, habría acelerado brutalmente el proceso de envejecimiento de la laca.
Lejos de ser un defecto, este craquelado se convirtió en la prueba física definitiva de los viajes de la guitarra. De hecho, fue determinante para que, décadas más tarde, el departamento Murphy Lab recreara con extrema fidelidad este "envejecimiento temporal" en la edición especial, replicando no el desgaste de décadas en un escenario, sino las secuelas únicas de un salto a través de las eras. La paradoja que cierra este capítulo es, por tanto, aún más profunda: aunque su integridad estructural se mantuvo, la guitarra sí porta las cicatrices visibles de su asombroso periplo, un fenómeno que los luthiers de Gibson catalogan como el único caso de "degradación acelerada por estrés crono-mecánico" documentado en la historia de la marca.
2015 – El futuro que nunca fue
El año 2015, tal como se documenta en los archivos de Gibson y paralelamente en la investigación de Tube Sound, corresponde a una línea temporal alternativa creada cuando Biff Tannen utilizó un almanaque deportivo para alterar el curso de la historia. Este futuro no refleja la línea histórica real, sino una proyección hipotética donde el éxito corrupto de Biff generó una sociedad más decadente y tecnológicamente sesgada, con hoverboards, coches voladores y anuncios holográficos. Fue en este entorno donde, según algunos expertos consultados, se gestaron y filtraron a nuestra era, los cimientos de una revolución sonora basada en la artificialidad y la síntesis digital; una estética que, con el tiempo, influiría en géneros musicales dominantes en el siglo XXI como el Trap y en general la música latina.
Durante este corto periodo, la Gibson ES-345 fue misteriosamente robada del Delorean y apareció en una subasta, catalogada como una rareza. En ese 2015 alternativo, la guitarra no recibió ofertas significativas. Los coleccionistas de aquel momento la consideraban un artefacto obsoleto, un símbolo de un pasado analógico superado por los avances tecnológicos y los efectos sonoros digitalizados que primaban en la escena musical de aquella realidad distorsionada.
Según parece, aunque esto no se puede constatar, Doc Brown intervino de manera discreta, recuperando la guitarra sin que nadie de la subasta lo advirtiera. La operación fue registrada únicamente en notas privadas de Doc, etiquetadas como “Objeto de Alta Sensibilidad Temporal – ES-345”. Esta acción permitió que la guitarra regresara al Delorean, manteniendo la continuidad de su trayectoria histórica.
El capítulo de 2015 cierra destacando la relevancia del cuidado extremo con que Doc Brown protegió la guitarra, asegurando que la pieza permaneciera como un testimonio tangible de los viajes en el tiempo, lista para seguir su recorrido hasta los eventos posteriores en 1885 y la definitiva recuperación en 2025.
1885 – El Viejo Oeste
Durante uno de los saltos temporales más intrépidos de Marty McFly, la Gibson ES-345 llegó a Hill Valley en 1885, época en la que la ciudad estaba comenzando a modernizarse con farolas de gas incipientes y los primeros desarrollos de infraestructura eléctrica rudimentaria. Según los estudios realizados por Tube Sound, el joven viajero presentó la guitarra a un personaje local llamado Bill Gibbons, quien quedó fascinado ante un instrumento completamente desconocido para su tiempo.
A diferencia de épocas posteriores, en 1885 no existía ningún amplificador para reproducir su sonido eléctrico. Sin embargo, lo que deslumbró a Bill no fueron las pastillas de inducción electromagnética —cuyo funcionamiento no lograba imaginar—, sino la ingeniería de las cuerdas de acero entorchadas, su tacto y la resonancia natural de la caja semi-hueca. Marty le explicó con detalle cómo funcionaba el instrumento y cómo se usaría décadas después en géneros aún por inventar. Bill, sorprendido pero convencido, reconoció que estaba ante un objeto fuera de toda lógica para su época.
Los archivos sugieren que este encuentro tuvo un impacto duradero en la familia de Bill. Según la reconstrucción del árbol genealógico, el nombre y la pasión musical de este joven fueron transmitidos a sus descendientes, dando lugar a la inspiración que después se reflejaría en el guitarrista real de ZZ Top, estableciendo un guiño divertido y cuidadosamente insertado para los aficionados a la música.
Este episodio en 1885 no solo añade un capítulo fascinante a la historia de la guitarra, sino que también refuerza su condición de instrumento viajero del tiempo, cuya leyenda combina realidad y cultura musical, convirtiéndola en un objeto único en la historia de Gibson.
1985 (de nuevo) – La paradoja
Tras los eventos del Viejo Oeste, la Gibson ES-345 regresó nuevamente a 1985, en uno de los momentos más críticos de la cronología de Hill Valley. Existen indicios de que Doc Brown, consciente del riesgo de alterar de forma irreversible la línea temporal, decidió ocultar la guitarra lejos de cualquier posible intervención. Desde entonces, su rastro se fue diluyendo con el paso de las décadas. Ni los archivos consultados por Tube Sound ni los documentos internos de Gibson ofrecen una pista clara sobre su destino, lo que alimentó rumores y especulaciones entre coleccionistas y aficionados.
2025 – El hallazgo
Lejos de resolverse de manera inmediata, la pista de la Gibson ES-345 quedó en suspenso durante casi cuatro décadas. Hubo rumores sobre un trastero en Hill Valley, coleccionistas anónimos o incluso traslados internacionales, pero ninguno de esos testimonios pudo confirmarse con certeza.
La búsqueda culminó en 2025, cuando parte del material fue finalmente recuperado. Más que el simple hallazgo de un objeto, Gibson transformó esta investigación en un proyecto cultural.
A partir de ese momento, Gibson la custodió celosamente y tomó como referencia sus especificaciones para crear la réplica oficial. Es precisamente esta edición limitada a 88 unidades la que tenemos en Tube Sound, acompañada de todos los elementos conmemorativos que remiten a la historia de este instrumento.
El último hallazgo, sin embargo, ha dejado perplejos a los investigadores. En una de las cavidades de las pastillas PAF, sellada con una cera que no corresponde a ningún método de luthería conocido, se encontró un fino trozo de papel de arroz. En él, un diagrama esquemático de una estructura metálica circular y una anotación en una lengua que mezcla inglés y lo que parecen términos científicos inventados.
La parte legible es enigmática: '...condensador de Fluzo inverso... punto de retorno seguro en el reloj... la música es la clave...'.
¿Se trata de un plano del DeLorean nuevo? ¿Una nota de Doc sobre un punto seguro para aterrizar? ¿Y qué significa que "la música es la clave"? Este fragmento sugiere que la guitarra no era un mero pasajero, sino posiblemente una pieza fundamental en una ecuación temporal mucho mayor que aún no comprendemos. La verdadera historia de la ES-345, tal vez, sigue escrita en algún lugar del tiempo.
















