Hay guitarras que nacen para romper moldes y otras que parecen emerger de la tierra misma. La colección Mediterranean Wine de la Gibson Custom Shop pertenece a ambas categorías. Es un instrumento que honra una revolución sonora nacida en 1959 y, al mismo tiempo, se siente tan orgánico y enraizado como una cepa centenaria que se aferra a la piedra caliza, retorcida por el tiempo y ennoblecida por la historia. Esta serie limitada de Les Paul Standard 1959 —con tan solo 10 unidades para cada uno de los tres acabados que conforma la colección— es un homenaje honesto a la cultura vinícola mediterránea. Es una declaración de principios: como el buen vino, el carácter no se improvisa, se cultiva y mima con paciencia, conocimiento y respeto, tal y como hacen los artesanos de la Gibson Custom. Cada una de estas treinta guitarras no solo combinan maderas selectas y barnices brillantes. Por primera vez, Gibson mira más allá de sus raíces americanas para inspirarse en la cultura mediterránea: siglos de vino, sol y oficio artesanal se condensan en cada detalle, desde el tono del acabado hasta la calidez del sonido.
Tres Regiones, Tres acabados, una misma Esencia: Italia, Francia y España no son meros nombres en una etiqueta. Son climas, lenguajes, tradiciones, minerales, maderas, sabores y paisajes. Cada uno de los acabados —Bianco Italiano, Rosé Francés y Tinto Español— destila el carácter de su lugar de origen sin caer en lo obvio. En los tres acabados hay una lectura visual del vino: no una copia cromática, sino una traducción emocional del espíritu que une a estas tierras. El Bianco italiano no es un Alpine White, es ámbar con matices de perla, como una copa de Verdicchio en la hora dorada. El Rosé francés no intenta ser un Shell Pink, sino recordar ese tono delicado que dejan los viñedos de la Provenza después de llover. Tiene un matiz coral suave, como si lo miraras a través del cristal de una bodega antigua. El Tinto español, por su parte, no se rinde al Wine Red, sino que apuesta por una capa de vino morado bajo luz tenue: Recordando a las grosellas, las violetas y las moras silvestres
Una base inalterable: Les Paul Standard 1959: Gibson no ha escogido al azar su modelo más legendario para esta edición. La Les Paul Standard 1959, representa una referencia absoluta en cuanto a tono, ergonomía y resonancia. Lo que diferencia a estas reediciones es su configuración inusual para esta ocasión: un acabado brillante tipo Gloss, poco habitual en las reediciones Custom Shop, que proporciona un realce visual profundo sin interferir en la respiración tonal de la madera. El cuerpo mantiene la receta canónica: una base sólida de Caoba y una tapa de Arce flameado de grado AAA. Aquí no hay concesiones. Cada pieza ha sido cuidadosamente seleccionada a mano por su veta, simetría y comportamiento acústico. Esta tapa no solo se ve; se degusta a la vista.
Perfil del Mástil: Densidad y Confort: El mástil presenta el perfil R9, V1 Carmelita, una configuración de grosor medio a robusto (0.860" en el primer traste, 0.975" en el duodécimo), que ofrece una sensación firme pero fluida, como un buen Syrah que llena la boca sin abrumar el paladar. Está tallado en una pieza de Caoba y rematado con un diapasón de Palo Rosa, oscuro y denso como la corteza del tronco de una vid centenaria. Los inlays trapezoidales de celulosa añaden ese toque clásico, translúcido, casi orgánico, que solo se aprecia de verdad cuando la luz les roza de lado. El conjunto de 22 trastes medium jumbo Jescar FW45100 garantiza un equilibrio exacto entre ataque y control. No hay sorpresas desagradables en los bending; no hay aristas al hacer legato. La sensación es de continuidad. Como el retrogusto largo de un buen crianza.
Cuerpo y mástil al natural: A diferencia de las Les Paul Standard de 1959 tradicionales, que presentan cuerpo y mástil de Caoba tintados en Cherry, la Mediterranean Wine Collection deja la Caoba completamente al natural. No se ha aplicado ningún color ni tinte previo: solo una capa de nitrocelulosa brillante que respeta la veta, la textura y el carácter original de la madera. El resultado es una presencia más sobria y auténtica, donde cada guitarra muestra con honestidad la belleza única de su construcción.
Herrajes dorados: un Guiño al sol Mediterráneo: En lugar del clásico níquel envejecido, esta colección apuesta por herrajes dorados y brillantes, no como un guiño al lujo, sino como una extensión del concepto: el sol como metáfora central. Desde los Kluson Deluxe, pasando por el puente ABR-1 y el cordal tipo Stopbar, todo responde al mismo imaginario: cada detalle dorado sugiere calidez, evocando la luz del clima mediterráneo sin buscar el protagonismo, pero dejando huella.
Pastillas Custombucker Alnico III: el Bouquet Sonoro: Aquí empieza la cata de verdad. Las Custombucker con imanes Alnico III no comprimen ni empujan el sonido hacia la agresividad. Al contrario, lo dejan respirar. El rango dinámico es amplio y expresivo, ideal para quienes saben usar los controles de volumen y tono como un buen catador que se toma su tiempo al acercar la copa. En la posición de mástil, el sonido es cálido de inmediato: redondo, pero con detalle. En el puente, hay brillo sin estridencias, con armónicos que recuerdan la complejidad de un tinto bien equilibrado. Y en la posición central, el maridaje es natural: los medios ganan presencia sin imponerse. Cada acorde abierto tiene cuerpo; cada nota individual, carácter.
La Artesanía como Método: Esta colección no sería posible sin el trabajo paciente de los luthiers de la Gibson Custom Shop. Como en la viticultura, el proceso importa tanto como el resultado. Las manos que seleccionan las maderas, aplican los tintes, perfilan el mástil o ajustan la cejilla no están replicando una receta; están interpretando una tradición. En cada instrumento se percibe ese gesto silencioso del artesano. La conexión entre el vino y la guitarra es estructural. En ambos casos, el alma del producto final depende de decisiones tomadas mucho antes de que el público lo vea o lo escuche. Tipo de madera, secado, curado, ensamblaje, acabado. Todo influye. Nada se improvisa. La Mediterranean Wine Collection es un buen ejemplo de cómo se puede vincular una idea poética y con raíces profundas a una ejecución rigurosa. No hay exageración ni artificio en su planteamiento. Solo una intención clara: rendir homenaje a la cultura mediterránea a través del objeto más noble que puede surgir de la madera y el metal.